martes, 20 de octubre de 2009

CENA BENÉFICA DE APAME 2009


Estimados/as socios/as y amigos/as de los animales:

Os informamos que el próximo día 7 de noviembre se va a celebrar una cena benéfica para todos los/las socios/as, amigos/as y todo el mundo que desee asistir. La cena servirá para recaudar fondos para contribuir a la lucha contra el maltrato y el abandono animal con los métodos que se han llevado a cabo hasta el momento (campañas contra el abandono, asistencia en casos de emergencia...) y será una estupenda forma de conocernos un poco mejor y pasar una tarde-noche agradable.

PRECIO: El precio de la cena es de 15 euros (10 euros la cena + 5 euros de donativo). Podeis llevar a cuantos acompañantes deseeis. También se establecerá una Fila 0 para aquellas personas que no puedan asistir a la cena pero que quieran hacer un donativo.

FORMA DE PAGO: Ingreso en la cuenta bancaria de APAME, 2099-0104-29-0000044156. En el concepto del ingreso se deberá establecer lo siguiente:

nombre de la persona que realiza el ingreso_numero de cubiertos(persona que realiza el ingreso + acompañante o acompañantes)_CENABENEFICA

Por ejemplo, si Juan Lopez quiere asistir y lleva a 2 personas más, pondría en el concepto lo siguiente:

JUANLOPEZ_3_CENABENEFICA, e ingresaría 45 euros (15 de cada persona).

Para la Fila 0, se establecerá en el concepto simplemente FILA0.

LUGAR: Será en Mérida, en el restaurante Casa Solís, en las traseras de la cervecería Gambrinus (barriada Polígono Nueva Ciudad).

FECHA: sábado 7 de noviembre de 2009. HORA: 21:30 horas.

El plazo de inscripción finalizará el 5 de noviembre. Para cualquier duda, por favor dejad un mensaje en la web www.apame.es o en la dirección de correo apame@apame.es

Os esperamos. Un saludo!!

viernes, 9 de octubre de 2009

Perreras: analizadas las instalaciones de acogida de animales gestionadas, contratadas o subvencionadas en 18 capitales españolas: Las perreras ofrecen un servicio aceptable, pero necesitan mejoras en información y servicios

  • CONSUMER-EROSKI
  • 9 de octubre de 2009

- La limpieza y la seguridad, lo mejor de estas instalaciones
- El abandono de un animal puede costar a su dueño hasta 210 euros y la adopción, 85 euros
- Se han hallado grandes diferencias entre unas ciudades y otras
- Sólo en cuatro centros de los 18 visitados reconocen sacrificar los animales

Las perreras no gozan de buena imagen. Se asocian a lugares insalubres en los que los animales aúllan hacinados y mugrientos mientras aguardan el momento del sacrificio. La realidad, sin embargo, no sustenta este prejuicio. En líneas generales, sus infraestructuras son amplias y las mascotas (la mayoría perros, pero también gatos, y en algún caso incluso caballos o loros) disponen de espacio, alimento e higiene suficientes. Su estado es aceptable, aunque las deficiencias son significativas. Las principales: una información y atención al ciudadano escasa y una dotación de servicios mejorable (una de cada cuatro no cuenta con controles veterinarios periódicos y una de cada tres no sigue un calendario de vacunas). Así lo ha comprobado CONSUMER EROSKI en el análisis de los 18 centros de referencia gestionados, contratados o subvencionados por los ayuntamientos de otras tantas capitales. También se ha constatado que, aunque pueda resultar paradójico y contrario al fomento de actitudes cívicas, dejar un perro en estos centros no sale gratis. Si una persona decide desprenderse de su mascota y acude a una perrera, en seis de las 18 ciudades deberá desembolsar una cantidad que va desde los 25 euros hasta los 210 euros. En dos de cada tres de las capitales también tendrán que pagar quienes deseen adoptar alguno de los animales depositados en estas instalaciones (desde 10 euros hasta 85 euros) o aquellos propietarios cuyo can se ha extraviado y lo han recogido y cuidado los servicios municipales (el coste depende, entre otros factores, del número de días que ha permanecido en la perrera).

Trabajo no falta en las perreras. Según datos de la Fundación Affinity, en nuestro país se recogieron en 2008 casi 120.000 perros sin hogar y sólo uno de cada cuatro fue adoptado. Estos números refuerzan la conveniencia de los más de 300 centros de protección animal en funcionamiento en España. CONSUMER EROSKI ha visitado 18 centros gestionados, contratados o subvencionados por la autoridad municipal en A Coruña, Alicante, Barcelona, Bilbao, Cádiz, Córdoba, Granada, Madrid, Málaga, Murcia, Oviedo, Pamplona, San Sebastián, Sevilla, Valencia, Valladolid, Vitoria y Zaragoza. Se solicitó información a los 18 ayuntamientos y los técnicos de la revista, haciéndose pasar por ciudadanos interesados en adoptar un gato o un perro, visitaron las instalaciones en el mes de julio. De esta forma, se pudo comprobar su estado, mantenimiento y limpieza, así como el de los animales que allí se alojaban. También se evaluó la dotación de servicios y de personal, las rutinas de alimentación de los animales y la atención sanitaria que se les brinda.


Los centros con mejor valoración ('muy bien') fueron los de Barcelona, Madrid y San Sebastián. Les siguen, con una calificación de 'bien', Murcia, Sevilla, Valencia, Vitoria y Zaragoza. Los de Valladolid, Málaga, Pamplona, Granada, Cádiz y Alicante se quedan en un mediocre 'aceptable', mientras que las peores valoraciones corresponden a los centros de A Coruña, Bilbao, Córdoba y Oviedo, que suspenden con un 'regular'.

Los animales precisan cuidados especiales cada día (higiene, vacunas, alimentación, etc.) y los centros de protección animal deben tener una plantilla suficiente para atenderlos de manera correcta. Pese a ello, ninguna ordenanza establece una relación del número de cuidadores y veterinarios precisos. Lo habitual es que en estos centros trabajen entre uno y tres veterinarios, a los que se suman cuidadores, personal de administración y guardas de seguridad. Su dotación varía de unas ciudades a otras, aunque la mayoría se sitúa entre cinco y diez personas. Su labor se complementa con la colaboración de voluntarios, particularmente destacada en Barcelona (50 personas) y, en menor medida, en Madrid y Vitoria (7 personas).

Los centros estudiados con mayor capacidad son los de Madrid (500 animales), San Sebastián (440), Oviedo (350) y Málaga, Córdoba y Barcelona (con 300 plazas en cada uno de ellos). El resto atienden menos de 150 mascotas (el centro más pequeño de los visitados fue el de Bilbao, donde sólo puede acogerse a una treintena, aunque se halla en proceso de ampliación). Esa capacidad se ve sobrepasada en ocasiones por el número de animales que se quedan sin dueño. Así ocurría en cinco centros: Granada, Sevilla, Valladolid, Alicante y Valencia. En los dos últimos casos, el número de perros y gatos duplicaba el de plazas disponibles.

Sacrificar o no a los animales


¿Qué hacer cuando se ven desbordados? Sólo en cuatro ayuntamientos o refugios consultados (Córdoba, Murcia, San Sebastián y Zaragoza) admiten que sacrifican a los animales. El resto opta por poner en marcha una campaña de adopción urgente (A Coruña, Oviedo y Vitoria) o los trasladan a otros centros (Barcelona, Bilbao, Madrid, Málaga, Pamplona, Valencia y Valladolid). En Granada y Sevilla no facilitaron esta información, pero sus ordenanzas establecen que una vez cumplido el tiempo máximo que pueden estar en el centro, se llevará a cabo la donación o el sacrificio. Eso sí, en todos los refugios se sacrifican los animales cuando estos son agresivos o tienen enfermedades graves y/o infecciosas o sufren heridas graves por maltrato.

El sacrificio de los animales de compañía es una decisión que genera controversia. En la mayoría de las ocasiones el destino de una mascota cuando ésta es abandonada y ninguna familia la adopta es la muerte. Pese a ello, son conocidas algunas iniciativas pioneras, como la del Ayuntamiento de Barcelona, donde por ley se prohibió el sacrificio de los animales domésticos en la perrera municipal, potenciando así otras medidas como campañas de concienciación y controles para evitar los abandonos. Según los datos obtenidos a través de los ayuntamientos y los encargados de los refugios, en 2008 se sacrificaron 10.362 animales de compañía en los 12 centros donde proporcionaron esta información (en el resto de las ocasiones, indicaron que no les estaba permitido facilitar los datos).

Animales sin atar y en habitáculos amplios

En el apartado de infraestructuras, los técnicos de la revista evaluaron las instalaciones de los centros: si disponen de sala veterinaria (así como la dotación de esa estancia), si han habilitado una zona exterior donde los animales puedan pasear, las características de los habitáculos donde se encuentran estas mascotas o si admiten razas peligrosas. La valoración media de los 18 centros visitados fue buena. Ninguno suspende y los de Barcelona, Madrid y San Sebastián obtienen una calificación de 'muy bien'. En todos ellos, los animales se encuentran en jaulas y casetas que disponen de habitáculo interior y una zona exterior, con su recipiente para la comida y el agua. Sólo en Valladolid y Zaragoza no se admiten animales peligrosos en sus instalaciones, mientras que en seis de los que sí los acogen (Vitoria, Valencia, San Sebastián, Granada, Barcelona y A Coruña) no están acondicionados con espacios o instalaciones especiales para ellos, por lo que tienen que convivir con el resto de mascotas del centro.

Es esencial que estos espacios sean lo suficientemente amplios para que el animal o animales se encuentren cómodos, máxima que se cumple en todos los casos, salvo en los centros de Córdoba y Murcia. En todos ellos los animales sólo se atan cuando salen al exterior. Es conveniente que los perros puedan abandonar sus jaulas al menos una hora o 30 minutos al día para que jueguen o hagan ejercicio en un espacio habilitado para ese fin. Sin embargo, los técnicos de CONSUMER EROSKI observaron que en los centros de A Coruña, Bilbao, Córdoba, Oviedo y Pamplona no disponen de ese espacio o, en el caso de que tengan unos metros cuadrados de zona verde, no se usa para tal fin. Los que sí cuentan con esta zona la mantienen en buenas condiciones, con una iluminación adecuada y con un vallado exterior seguro.

15 de los 18 albergues municipales examinados tienen consulta veterinaria. En los tres restantes (Vitoria, Oviedo y Granada), los animales reciben los cuidados de clínicas veterinarias privadas. Sin embargo, sólo en tres de cada cuatro instalaciones municipales se realizaba de forma periódica un control veterinario y en una proporción algo menor (en dos de cada tres) se sigue un calendario riguroso de vacunación de los animales que acogen.

La higiene y limpieza del recinto se calificaron como buenas, aunque se han constatado diferencias notables. Tres de cada cuatro responsables de estos centros afirman que limpian y desinfectan estas estancias una vez al día. En San Sebastián y Valencia, esa tarea se repite por la mañana y por la tarde (dos veces al día) y en Cádiz consideran suficiente limpiar y desinfectar estos habitáculos cada dos días. Así, y en un vistazo general al recinto donde se encuentran los perros y gatos del centro, las condiciones de limpieza fueron correctas en la mayoría, salvo algo de suciedad observada en Córdoba, Murcia y Oviedo. Lo mismo ocurre con la temperatura de estos espacios. Respecto a los olores desagradables en estas jaulas, se registraron en los centros visitados en Barcelona, Bilbao, Oviedo y Vitoria.

Menos constante y minuciosa es la frecuencia en las tareas de limpieza del resto de instalaciones del centro de protección animal. Esta labor se realiza cada día o dos días salvo en el caso del centro de Valencia, donde reconocen que limpian y desinfectan estas instalaciones comunes una vez por semana. En materia de seguridad, siete de los 18 centros obtuvieron un 'muy bien', seis no modifican la media nacional (un 'bien'), tres tienen que conformarse con un ajustado 'aceptable' y A Coruña y Oviedo no logran escapar de un grave 'mal'.

Abandonar un animal también supone un coste


Una media de 78 mascotas se abandonaron cada día del año pasado en las 15 capitales en las que se obtuvo la información (no están incluidas Alicante, Cádiz y Granada). Las razones: sus propietarios no tenían tiempo, ganas o dinero para cuidarlos. Dentro de ese grupo, el 34% de los dueños se acercaron hasta los centros analizados para entregar el animal. El resto los abandonaron en la vía pública, con el consiguiente riesgo para el resto de ciudadanos y para el propio animal. Por ciudades, en Bilbao, Madrid, Pamplona y A Coruña la mayoría de los abandonos se producen en la calle (un 90% en la capital bilbaína, un 84% en la madrileña y dos de cada tres en la navarra y la coruñesa). Sin embargo en Murcia y Oviedo la tendencia es la contraria: en un 72% y un 60% de las ocasiones se acude al centro.

El abandono de una mascota se considera en todas las ciudades una falta grave o muy grave por ser "un acto cruel y degradante", pero, sorprendentemente, dejarlo en el centro de acogida no sale gratis. En San Sebastián supone un coste de 210 euros, aunque los trabajadores aseguran que si el propietario del animal no puede hacer frente al pago, también se acepta sin abonar esa tasa. Eso sí, si se comprueba que se trata de un animal caro y exclusivo, el dueño estará obligado a pagar esa cantidad. La capital alavesa es la segunda ciudad más onerosa en este sentido (hay que desembolsar 86,70 euros por un animal adulto y 24,77 euros por un cachorro); le siguen Bilbao (entre 74,95 y 142,65 euros por un perro y entre 64,25 y 107 euros por un gato), Pamplona y A Coruña (ambas, 50 euros) y Madrid (32,75 euros). Por su parte, en Córdoba, Málaga, Murcia, Oviedo, Sevilla, Valladolid y Zaragoza dejar al animal en instalaciones de este tipo no tiene una repercusión económica para el dueño del animal porque, si la hubiera, aseguran que "se fomentaría el abandono en las calles". Por último, en Barcelona y Valencia no permiten al propietario dejar al animal en sus instalaciones. Sí se comprometen a buscar un hogar de acogida, pero, mientras tanto, el dueño debe mantener al animal en su casa.

Si la mascota se ha extraviado, cuando su dueño vaya a recogerla tendrá que pagar en la mayoría de las ciudades por su manutención y, en el supuesto de que haya sido necesario, por la colocación del microchip (obligatorio en 10 de las 18 ciudades analizadas) o de las vacunas pertinentes. Tan sólo en Murcia, Oviedo y Valladolid aseguran que no es preciso pagar estos gastos. Las tasas son muy diferentes entre unas ciudades y otras. La identificación electrónica del animal puede costar desde 10 euros en Madrid hasta 38 en San Sebastián, las vacunas pueden suponer un desembolso de entre 5,51 euros y 45,67 euros. Para evitar complicaciones, en A Coruña, Barcelona, Valencia y Zaragoza establecen un precio único: entre 40 euros y 53 euros. En la capital murciana, sólo se sanciona si se ha infringido la ordenanza municipal (por animal suelto en la vía pública, no identificado o sin vacuna obligatoria) y en la ovetense, si es una pérdida que se repite con asiduidad sí se cobra el mantenimiento del animal. A ello se suma el precio por recoger al animal en la calle. Únicamente en Oviedo no se exige esta tasa "por ser un servicio público" y en San Sebastián aplican el kilometraje de la furgoneta que lo recoge. Mientras, en el resto el precio va desde 11 euros a los 47 euros, siendo Málaga la más económica y Madrid la más onerosa. Por último, también se aplica un precio por día de estancia de la mascota en el centro de recogida. En Oviedo es gratuito, en A Coruña, el más económico, piden 4 euros por día de estancia y en San Sebastián, el más caro, reclaman 14,5 euros por jornada.

Cuando el animal llega al centro

Cuando llega un perro o un gato al centro se sigue un protocolo relacionado con la salud de estos animales. Lo conveniente es disponer de una zona de observación para comprobar que no es portador de alguna enfermedad que pueda afectar al resto de inquilinos o al propio personal del albergue. Una práctica que se lleva a efecto en tres de cada cuatro centros visitados por CONSUMER EROSKI. El segundo paso es su identificación mediante una ficha individual (donde figuran datos de su peso, raza, características...), una cartilla veterinaria, la desparasitación (no se hace en los casos de Murcia, Oviedo y Pamplona) y, si es conveniente, la esterilización, vacunación e instalación del microchip. Por centros, los de Barcelona, Bilbao y San Sebastián son los que cumplen con todas estas medias preventivas antes de buscar unos nuevos dueños para estos animales abandonados. Las instalaciones de Granada y Málaga son las que siguen en menor medida estos protocolos.

Si el perro ha llegado de la mano de su propietario, en más de la mitad de los centros se solicita tanto la documentación del dueño como del animal (en Córdoba y Zaragoza no se exige papel alguno). En el resto de instalaciones, este trámite se salva aportando sólo la del dueño o únicamente la del perro o el gato.

Los centros también facilitan un plazo para que el dueño que haya extraviado su mascota pueda recogerla en las instalaciones (entre tres días en el centro municipal de protección animal de Murcia y un mes en Bilbao, Cádiz y San Sebastián). En las 15 ciudades que facilitaron datos, se devolvieron 3.770 animales a sus propietarios, un 11% del total de animales recogidos (destaca Barcelona porque se devuelven un 30% de ellos, frente al 4% de Murcia y Valencia y al 5% de Córdoba).

Condiciones para adoptar una mascota y tablas comparativas


El 40% de los animales que se abandonaron en 2008 en las 15 ciudades que proporcionaron datos a esta revista encontró un nuevo hogar. La mayor proporción se da en Vitoria, el 91% de los animales abandonados fue adoptado por una nueva familia; en Valladolid, un 80%; y en Barcelona son tres de cada cuatro animales. Estas proporciones, sin embargo, son significativamente menores en otros lugares como Málaga y Murcia, donde se adoptan sólo uno de cada cinco mascotas abandonadas.

En tres de cada cuatro de los centros municipales se pide que la persona que vaya a adoptar tenga un mínimo de 18 años (una condición que no se exige en los albergues visitados en A Coruña, Málaga, San Sebastián, Cádiz y Granada). La firma de un contrato donde figuran las obligaciones y cuidados que requiere tener un animal en casa así como una licencia previa para animales catalogados como peligrosos son los otros dos trámites administrativos que se siguen en la mayoría de adopciones de mascotas.

En el 100% de los casos se entrega el animal convenientemente desparasitado, se vacuna en dos de cada tres centros (no así en Valladolid, Sevilla, Alicante, Oviedo, Granada y Córdoba) y en la misma proporción se le coloca el microchip (no se hace en Valladolid, Sevilla, Alicante, Granada, Córdoba y Vitoria). La adopción no es gratuita. Sólo se han encontrado dos centros en los que llevarse un animal no cuesta nada: los de Murcia y Valladolid. En el resto de las ciudades, hay que pagar la instalación del microchip (si es que es obligatorio y no lo lleva) y los servicios veterinarios que se hayan realizado (vacunación, esterilización, desparasitación, etc.). Las tarifas, por tanto, pueden variar.

Los técnicos de esta revista valoraron, tras su visita, la información y el trato dispensado por el personal que les atendió en el centro de protección animal así como la impresión acerca de cómo se encuentran los animales allí acogidos. Traducido en notas, la media nacional de la información facilitada tanto desde los Ayuntamientos como en los propios centros se queda en un 'aceptable', aunque fue muy buena en Madrid y Barcelona y buena en A Coruña, Bilbao, Murcia, San Sebastián, Sevilla, Vitoria y Valencia. Los que peor información ofrecieron fueron los albergues de Alicante, Cádiz y Granada ('mal') tanto por la nula información facilitada por parte del consistorio como por las escasas explicaciones dadas por los trabajadores del centro durante la visita de los técnicos, que se hacían pasar por ciudadanos interesados en adoptar una mascota. //

Llevar un animal a casa: Una decisión meditada

Adoptar o, en su caso, comprar, un animal de compañía implica la asunción de una responsabilidad. Una mascota no es un peluche, sino un ser vivo que pasa a estar a nuestro cargo y necesita una serie de atenciones. Por ello, antes de llevar un animal a casa, conviene responder a varios interrogantes que pueden ayudar a que se tome una decisión acertada:

  1. ¿Están todos los miembros del hogar de acuerdo en que el animal venga a casa? En ocasiones, adoptar una mascota responde a un impulso (generalmente de un niño), sin tener en cuenta la responsabilidad que supone tener un ser vivo en casa al que cuidar y educar. También, hay que estar al tanto de si en la familia hay alguien que padezca alergias o asma: el pelo (concretamente, los ácaros que habitan en él) de gatos, perros, roedores y caballos, por ejemplo, puede producir alergia.
  2. ¿Tiene el tiempo suficiente para atender a la mascota y sacarla a pasear? A los animales no les vale como excusa que su dueño esté cansado o enfadado. Hay que atenderlos todos los días, ponerles la comida y el agua, sacarlos al menos tres veces al día si son perros, llevarlos a hacer ejercicio, pasar un rato con ellos, etc. Entre otras cosas, conviene procurarles un ambiente de vida integrado dentro de la familia, darles una dieta sana y facilitar que haga ejercicio físico. Por supuesto, plantéese que también en vacaciones hay que atenderlos.
  3. ¿Está dispuesto a asumir los gastos que supone tener un animal? Tendrá una serie de gastos en comida, accesorios... Además, los animales deben acudir a revisión con el veterinario una vez al año como mínimo (sin tener en cuenta enfermedades, operaciones, tratamientos...). Es un compromiso de por vida y no hay que olvidar que la ley establece obligaciones, como inscribir al animal en el censo de la ciudad, colocarle el microchip, brindarle la atención veterinaria necesaria y mantenerlo en condiciones dignas. El gasto medio anual en el caso de un perro ronda los 400 euros, desembolso que desciende a la mitad en un gato.
  4. ¿Está dispuesto a convivir con un animal? Para que la convivencia con el animal de compañía sea un éxito es imprescindible adiestrarle, preferiblemente, cuando es un cachorro. Vivir con una mascota supone crear y mantener fuertes lazos de afecto, pero también sentimientos negativos (por ejemplo, su muerte o que nos haga enfadar con su comportamiento).
  5. ¿Qué tipo de animal quiere tener en casa? Analice bien qué es lo que está buscando y cuáles son sus motivaciones. Un perro le acompañará en sus paseos con entusiasmo, pero si es una persona muy hogareña, es mejor un gato. Seleccione con cuidado la raza, cada una tiene sus rasgos de conducta. Elija cachorros a partir de los dos meses cumplidos, ya que antes precisan del alimento de la madre. Consulte qué vacunas se le aplicaron y cuáles no. Antes de llevárselo a casa y para conocer el estado físico de su nuevo amigo, asegúrese de que le entregan el animal con microchip implantado y desparasitado. Si no es así, acuda cuanto antes a un veterinario para que el animal esté al día con sus necesidades de salud.
  6. ¿Es preferible un cachorro o un animal adulto? No hay mejor o peor opción. Las preferencias se basan en criterios muy personales. No obstante, lo habitual es decantarse por cachorros porque los animales adultos han adquirido unos hábitos que pueden dificultar su adiestramiento y aprendizaje.

domingo, 27 de septiembre de 2009

Las mascotas, fuente de bienestar para los niños


Quienes se implican en el cuidado de un animal se hacen más responsables y adquieren una mayor competencia social


Las mascotas pueden convertirse en el mejor aliado de padres y educadores para la socialización de niños y adolescentes. Si al gran interés por los animales de compañía se une un cuidado adecuado, estos pueden ser una fuente indiscutible de salud psíquica y social para los más pequeños. Algunos psicólogos y psiquiatras infantiles ya usan animales en la atención a niños con diagnósticos de hiperactividad o accesos de ira.

CONSUMER EROSKI

Por Clara Bassi. 27 de septiembre de 2009


Más que un compañero de juego

- Imagen: wsilver -

Es una reacción recíproca: los niños gustan a las mascotas, en general, y las mascotas -sobre todo los perros- a los niños. En el libro "Los niños necesitan animales de compañía", de Plataforma actual y la Fundación Affinity, Dieter Krowatschek, psicólogo infantil y escolar que trabaja en Marburgo (Alemania), explica que su interés por las mascotas se debe a diversas razones: son más curiosos que los adultos y menos precavidos al interactuar con otras especies; aprecian el hecho de que la mayoría se comporte de forma infantil, lo que les confiere una gran ventaja como compañeras de juego; y, entre todas ellas, se sienten atraídos en especial por los cachorros.

Todo esto explica que en España haya 22 millones de mascotas que conviven con los niños. Gracias a esta convivencia, los pequeños de la casa que se implican en su cuidado se hacen más responsables y adquieren una mayor competencia social. Además, según destaca Krowastschek, en la sociedad coetánea los animales de compañía pueden convertirse en grandes y afectuosos amigos, tanto para los niños como para los adolescentes incomprendidos, puesto que ayudan a suplir la ausencia de los padres que soportan largas jornadas laborales.

También ayudan a contrarrestar la perniciosa influencia de tantas horas de actividades en solitario, que favorecen la afición por los videojuegos o el ordenador, las películas de vídeo o la lectura de tebeos. Los niños y adolescentes que conviven con un animal de compañía se relacionan con él de una forma lúdica y tienen una oportunidad única deinteractuar, jugar y conectar con otro ser vivo, así como de educarlo.

En el imaginario infantil, los niños se relacionan con distintos animales y adoptan roles o papeles diferentes: gracias a su desbordante capacidad de invención se ponen en la piel de cualquier especie, incluso, de dinosaurios extinguidos. En general, los osos de trapo y los peluches les fascinan por su gran parecido con las mascotas reales, por lo que es muy fácil que se identifiquen con ellos.

Perros y psicólogo infantil, un buen tándem

Los osos de peluche se utilizan en las consultas de psicología infantil para realizar ejercicios de proyección de la imagen de los niños. Se les explica que "ese osito regordete saca malas notas en la escuela, tiene problemas en el colegio o en casa". De esta forma, los pequeños se identifican con el muñeco de trapo, comprenden y detectan que esos son los problemas que ellos tienen. Otro paso que se ha dado en las consultas de los psicólogos infantiles para sacar provecho a este entendimiento natural entre niños y mascotas ha sido la incorporación de éstas a la sesión terapéutica.

El propio Krowatschek colabora con su perra border collie Fly en sus sesiones con niños hiperactivos o con otros problemas de conducta. Al estar presente, el psicólogo les interroga de manera más sencilla con preguntas indirectas del estilo "a Fly le gustaría saber... ". Así consigue que los niños respondan a cuestiones que de otro modo se callarían. El animal se convierte en un intermediario entre el niño y el psicólogo.

El psiquiatra y psicólogo infantil Boris Levinson, de Brooklyn (EE.UU.), fue quien descubrió la utilidad de los animales como ayuda terapéutica. A principios del siglo XX, observó que la presencia de su perro Jingles ayudaba a los niños autistas a abrirse. Más tarde, se ha confirmado su ayuda en la atención a menores con otros diagnósticos. La presencia de Fly en la consulta de Krowatschek tranquiliza a los niños hiperactivos y con accesos de ira. También se ha visto que los canes contribuyen de forma notable a la socialización de los niños con discapacidad. Cuando se les proporciona un perro para que les acompañe, son más aceptados y los otros niños se relacionan mejor con ellos.

lunes, 14 de septiembre de 2009



Buenas a tod@s:

Hace unos días, contáctábamos con vosotros para pediros que enviáseis un e-mail a fin de paralizar las Carreras de Galgos en la ciudad de Mérida. Durante el tiempo que han durado nuestras reivindicaciones, hemos recibido e-mails enviados por algunos "galgeros" en incluso cazadores, asegurando que no todos son iguales y que ellos de verdad quieren a sus perros.
...
Hoy, a eso de las 13 horas, ha sonado el teléfono de Paqui, (una compañera) pidiendo ayuda para resolver el caso que os envío.

Desplazados al pueblo donde se encuentran los tristes protagonistas de este correo, hemos podido comprobar que todo lo que habitualmente decimos de los "galgeros" es poco, y que tienen aún menos escrúpulos de lo que podemos llegar a imaginar. A 10 km de Mérida, hemos econtrado a estas dos galguitas (ambas muy jóvenes, una pude tener como 11 meses y la otra no pasará los 5), afectadas de hongos (creemos que ese puede ser el diagnóstico) de la manera en la que veréis en las fotografías.

Por aquí, no tenemos posibilidades de salvar este caso, no tenemos casa de acogida para ellas, y sabemos que, aunque su recuperación durará unos meses (quizás 2 0 3) son unas perras muy jóvenes y muy fuertes que merecen vivir.

Lo que os pedimos es una casa o centro de acogida, a poder ser en España, para poder recuperarlas y darlas en adopción. La asociación APAME, de Mérida (www.apame.es) no cuenta con regugio y tampoco tiene fondos para costear este tratamiento. Si que nos haríamos cargo de llevaros personalemente a las dos galguitas a cualquier parte de España.

Podéis contactar con nosotros en apame.mail@gmail.com o en adopciones@apame.es con la mayor de las urgencias, ya que otro de los problemas es que lo encuentre el servicio de recogida de la diuptación provincial de Badajoz, y las capture para un sacrificio inminente.

OS PEDIMOS AYUDA, Y LA MÁXIMA DIFUSIÓN DE ESTE CASO.

MUCHAS GRACIAS DE ANTEMANO!!!




domingo, 12 de abril de 2009

EL CAMINO 2009. Ultima etapa en Extremadura

Hola a tod@s,

A estas horas nuestros amigos peregrinos que hacen el camino de Santiago por la vía de la Plata con animales, estarán en la provincia de Salamanca, y ya habrán dejado Extremadura. Durante el día de ayer me uní a ellos en lo que fue la última etapa íntegra en el territorio de Extremadura: Cáparra-Baños de Mnotemayor (28,5 kms). Sólo tengo una palabra para resumir el día de ayer y los 10 días que hemos estado en contacto: ALUCINANTE.

Empecemos por la etapa de ayer. Ellos salieron del Arco de Cáparra a las 11:00 y Hugo y yo les salimos en un punto debajo de la autovía a su paso por el cruce que hay hacia La Granja. Yo me incorporé a las 12:15. Una vez allí, Silvia, la peregrina lesionada de Reus, se fue con Hugo en el coche, saludé a todos, antiguo y nuevos peregrinos: el guía Patrick, Mike con Cabra, Emel la turca, la siempre elegante Jackie, David el gentleman, Carlos y Luisa, incorporados al grupo desde Cáceres, Ana 2 y Nuria, y Ana y, por supuesto, Karen (que siempre va 20 minutos por delante).

Tras un breve recorrido por la N-630, giramos a la derecha y nos metemos por medio de parcelas de olivares entrando en la falda del monte de Segura de Toro y Gargantilla. El camino transcurre entre presentaciones con lo nuevos peregrinos españoles, incorporados en Cáceres, y gratas conversaciones con los peregrinos antiguos, sobre todo, Jackie, Emel, y Patrick; a Mike y David les gusta caminar más solitariamente.

La llegada a aldenaueva fue muy bonita, con foto en el puente (quedo pendiente de mostraros esa foto, que yo no la tengo); y de ahí a Baños de Montemayor, 10 kilómetros, prácticamente íntegros por la N-630.

http://apame.blogspot.es/img/En_la_calzada_romana.JPG

http://apame.blogspot.es/img/Cabra_llegando.jpg

1 kilómetro antes de llegar a Baños nos desvíamos de la N-630 y recorremos la auténtica calzada romana de nuestros antepasados: precioso. En dicha calzada, nos fueron a recoger por sorpresa, un periodista local, Johanna, y nuestro presi.

http://apame.blogspot.es/img/Llegando.JPG

http://apame.blogspot.es/img/patrick_y_mike_llegando.JPG

Tras un breve descanso, y esperando que llegaran todos los peregrinos, entramos todos juntos en el pueblo, y visitamos la basílica del pueblo.

Fuimos hasta el albergue, que a su vez es centro de interpretación, y en la parte de atrás tuvimos nuestro momento chill-out.... no os riais, me explico. En la zona de atrás, hay un jardín donde estuvieron los perros comiendo, bebiendo, durmiendo, jugando, y los peregrinos se iban aseando, apareciendo y desapareciendo del jardín, en medio de conversaciones y descansos, de saltos y bostezos.

La cena estuvo muy divertida. Se incorporó la peregrina Nora, lesionada desde la etapa Cáceres-embalse de Alcántara, y que en ese día no pudo hacer nada. Y fue bastante agradable. Tanto que no nos pusimos de vuelta hasta las 12:00 de la noche.

Les estoy eternamente agradecidos a todos los peregrinos que se han cruzado en mi camino. A los anteriores añado los que ya no están: Annie, Pat, Elena, Andrea, .... seguro que me olvido de alguno. Agradecido porque me han aportado muchísimas experiencias, todas ellas positivas: nuevas relaciones de amistad, he podido aprender de todos ellos un poquito, y me siento realmente afortunado por haber podido conocerles y compartir los pocos días que he podido en Mérida, Cáceres, y en esta etapa.

Asimismo, la experiencia no hubiera sido todo lo positiva que ha resultado sin el apoyo constante que desde Apame hemos dado a su iniciativa, y a todo lo que hemos hecho juntos: toda la organización en Mérida (qué bien salió, eh!!!, la envidia de todos) y la actividad en Cáceres (lo pasamos fenomenal).

Así que, gracias la iniciativa, gracias a Johanna y a todos los peregrinos por dejarme conocerles y ser tan “amazing”, je, y gracias a los miembros de Apame por.... yo que sé, por ser cómo son. Han sido 2 semanas estupendas.

Hasta el siguiente post.

Por aquí os dejo unas fotillos de la etapa Cáparra- Baños de Montemayor.

http://apame.blogspot.es/img/Contando.JPG

http://apame.blogspot.es/img/Cuanto_amor.JPG

http://apame.blogspot.es/img/Jackie_Emel_y_Ana.JPG

http://apame.blogspot.es/img/Peregrinos.JPG

http://apame.blogspot.es/img/Todos_unidos.JPG

http://apame.blogspot.es/img/Yo_ya_he_llegado,jeje.JPG


lunes, 9 de febrero de 2009

LA CLAVE ESTA EN LA EDUCACIÓN


La educación primero

Por: Ana María García San Juan

Hace ya mucho tiempo, cuando entré en el mundo de la protección de los animales, como la mayoría de las personas que dedican gran parte de su tiempo a salvarlos del abandono y de los malos tratos a que se les somete, yo también creía que la mejor labor que se podía hacer era recogerlos y llevártelos a casa donde terminaban siendo cada vez más, molestando a familiares y vecinos y creando cada vez más problemas. O llevándolos a un albergue, una auténtica perrera en la mayoría de los casos, donde malvivían hasta que morían destrozados en peleas debidas al hacinamiento, pasaban hambre, enfermaban sin que un veterinario les ayudase y dejaban pasan sus días esperando a que volviera la mala persona que había sido su dueño y que un día decidió que ya estaba bien de juguete y se los quitó de encima inventándose múltiples razones para acallar su conciencia.

Han pasado más de veinte años, durante los que he ido aprendiendo, no sólo en "la escuela de la vida" sino haciendo cursos y aprendiendo de personas que sabían más que yo, que se habían preparado antes; de diferentes asociaciones, tanto españolas como extranjeras, durante los cuales he aprendido y constatado que la verdadera protección de los animales consiste primero en educar las conciencias o, como me decían los profesionales ingleses de la RSPCA, de la WSPA, de la IFAW o de Born Free Foundation, entre otros, "si recoges cuatro animales les salvas la vida, si ayudas a pensar, a educar la sensibilidad de cuatro personas, el resultado se multiplicará". Así, en los países europeos más cultos, las asociaciones protectoras tienen departamentos educativos que colaboran con los gobiernos y hacen su labor en las escuelas. El resultado es que no hay animales abandonados, ni cacas en las calles. Los policías cuentan con cajas de distintos tamaños, adecuadas para recoger cualquier animal hasta ser llevado al albergue más próximo, cuyo departamento más importante es el educativo.

En España, en general, y en Canarias en particular, la labor más dura de las protectoras es convencer a los gobernantes de que una de sus obligaciones, lo dicen incluso nuestras leyes, es cuidar de los animales y poner los medios para educar a niños y mayores para evitar que sean abandonados y maltratados. Pero, ¿quién los educa a ellos?.

Antes apenas se les nombraba, excepto como problema que había que eliminar. Ahora ninguno se atreve a decir que los animales no les gustan, pero mientras existen fondos para los actos y las fiestas más insólitos, para el derroche en fuegos ratifícales y en pagos millonarios a personas que los organizan, los protectores de animales siguen inmersos en una vida desdichada, llena de tribulaciones, rumiando su impotencia, sin que las cosas apenas cambien con el paso de los años.

¿Qué Ayuntamiento, qué cabildo, qué Consejería (que cuentan siempre con numerosos asesores para todo) tiene una sola persona dedicada a educar, a formar a las nuevas generaciones en la idea de que los animales no son cosas o a procurarles el bienestar que merecen, como seres vivos que comparten nuestro espacio y nuestro tiempo?

Muchos protectores de animales creen todavía que su labor más importante es alimentar al perro o al gato de la calle, llevarlo a un veterinario y matarse en el amplio sentido de la palabra, para buscarle sitio en un refugio. Así, con toda su buena voluntad amargan su vida y la de sus familiares viendo que a pesar de los años que van transcurriendo, a pesar de los nuevos albergues y asociaciones, sigue habiendo animales en el Teide, en los campos, en las calles…..pero pocos en la mente de los políticos, los de antes y los de ahora. Y así nos va.

Me hace gracia cuando en cualquier departamento gubernamental dedicado al turismo, se habla de la posible bajada en el número de visitantes. Si esas personas se hubieran dedicado a trabajar de verdad, una de las cosas que sabrían es que muchísimos turistas, cuando vuelven a sus casas, lo primero que hacen es escribir, contando con pelos y señales, a las asociaciones protectoras las salvajadas que vieron en nuestras islas, o en la España peninsular, que tampoco son mancos por allí.

domingo, 1 de febrero de 2009

No podemos ser más CRUELES

Que el ser humano es cruel, es una realidad con la que los animalistas estamos acostumbrados, por desgracia, a tratar. No vamos a sorprendernos de este nuevo hecho, cuando sabemos que nuestros "amigos" los cazadores se las "gastan" así...

Siempre decimos que el galgo es la raza más desgraciada.

El pasado martes, desde la localidad pacense de Torremayor, Alicia Fernández, nos avisaba de una nueva atrocidad, algún innombrable había abandonado a su galga abandonada en el interior de un canal de riego. Alicia confirmaba que el animal llevaba allí más de 15 días, así que no había duda, esa galga había sido abandonada.



Como no podía ser de otra manera, y pese a que nuestra asociación solo trabaja en la ciudad de Mérida, nos pusimos manos a la obra para ver que solución podíamos darle al cruel cautiverio al que esta preciosa perrita estaba siendo sometida. Con ella estaba también un perrito de talla mediana, que aunque podía salir del canal, estaba en su misma situación



Intentamos movilizar al seprona, que antentamente nos dirigieron al servicio de recogida de canes de la Dipùtación Provincial de Badajoz, y el rescate pudo realizarse, por fin, el pasado jueves por la mañana. Ahora los dos, pasarán un periodo de retención (normativo por ley) en la perrera provincial de Olivenza... a ver si alguien los quiere adoptar, en aquella perrera, después de esos 20 días.... nadie sabe lo que puede pasar!!!



Lo importante hoy, es recordale al "sinvergüenza" del dueño de estos perros, el acto tan inhumano que ha cometido. Decirle lo cruel que ha sido, por que alguno de los días que han estado en el canal... podía haberse regado... y estos dos perros, que de seguro te han dado todo su cariño y días de felicidad, podían haber muerto ahogados.

Si por algún remoto motivo tú, despiadado dueño, lees estas líneas debes saber que deseamos que cuando seas viejo y ya no sirvas para lo que hoy sirves -si es que sirves para algo- sufras en tus carnes lo que tú les has deseado a tus pacientes animales... que te encierren en un lugar frío, húmedo y desconocido... y que no tengas la suerte que han tenido tu perros, QUE NADIE SE APIADE DE TI.

PD: gracias Alicia por tu sensibilidad y por la ayuda que les habéis prestado a estos dos perritos.